<div><span style="font-size: 10pt;">El alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, reconoció en el funeral de las víctimas la labor de la alcaldesa Ivonne Rivas y de los funcionarios municipales que llegaron al sitio de la tragedia durante los primeros momentos.</span></div>
Si hay una palabra que puede resumir la despedida de 10 de los 16 hinchas del club
O´Higgins de Rancagua, que perecieron en la tragedia carretera en la cuesta Caracol en Tomé, es emotividad. Con el característico celeste de la institución futbolera, fueron miles los que llegaron a despedir a las víctimas al estadio El Teniente.
En la ceremonia estuvieron las dirigentes locales y desde la Región del Bío Bío, el alcalde de Concepción Álvaro Ortiz y la alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas, la primera autoridad en apersonarse en el lugar de la tragedia.
Fue precisamente eso lo que agradeció Eduardo Soto, jefe comunal de Rancagua. El alcalde subió al estrado en la ceremonia fúnebre y saludó los esfuerzos realizados por Ivonne Rivas y por los funcionarios municipales que esa noche se desplegaron a nombre de la ciudadanía tomecina para atender la tragedia más grande en la historia de la comuna.
Ante las palabras del edil, la respuesta de los rancagüinos fue categórica y una: la ovación más emotiva que jamás había visto la alcaldesa de Tomé, según describió tras la ceremonia.
Esa ovación también alcanzó a los ciudadanos de Tomé. Las autoridades de Rancagua supieron de la constante preocupación y de las muestras de afecto que recibieron los oriundos de esa hermana comuna en tierras de la ciudad balneario. Las imágenes de la velatón en Bellavista recorrieron Chile.
La alcaldesa también agradeció el despliegue de los funcionarios municipales y por cierto de los Carabineros, de los funcionarios del Samu y de los bomberos tomecinos, que ni siquiera lo pensaron un instante y salieron de sus hogares y puestos de vigilancia para tender una mano a los heridos y levantar con dignidad los restos de los fallecidos.